¡Rompiendo las creencias limitantes!

Dra. Mónica Alexandra Castro Cerón.
Lamentablemente una posición social que hoy en día enmarca a la población con discapacidad en los diferentes ámbitos es la estigmatización, discriminación, etiquetas entre otros calificativos que han generado hechos de revictimización a personas que se encuentren en condición de cuidado especial. (Discapacidad, enfermedades crónicas, enfermedades congénitas, enfermedades huérfanas). En nuestros días y pese a las diversas políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida de esta población, se evidencian aún prejuicios y estereotipos donde se critica una situación o persona sin tener los suficientes elementos de juicio y sin conocer una situación desde una experiencia directa o real. Bajo este escenario, se puede decir que por lo general los llamados estereotipos se convierten en prejuicios y estos a su vez en creencias las cuales conllevan dentro de sí un componente altamente nocivo y tóxico ante una situación, un tema, una población, una realidad o colectivo en particular.
Por lo aquí expuesto, se sabe que desde diversas áreas del estudio del ser humano tales como la sociología, filosofía, antropología, psicología entre otras, han prestado gran atención en contrarrestar actitudes erróneas, comportamientos sociales desadaptados, pensamientos estigmatizantes entre otras situaciones que evidencian la exclusión social de la población en condición de discapacidad. Siendo así las cosas, la adherencia terapéutica puede cambiar ésta realidad bajo un trabajo psicosocial, un trabajo integral donde cada una de las áreas en su intervención unan sus esfuerzos en orientar, divulgar, socializar, informar, construir cambios de actitud que permitan abrir espacios a la participación, a la inclusión, mejorar la calidad de vida, fortalecer la autoconfianza, el deseo de una superación personal constante y a minimizar las falsas creencias, etiquetas y prejuicios sociales que se dan en contra de la discapacidad. Por lo general, la población del común tiende a pensar que las limitaciones físicas son las que se encuentran en las personas con discapacidad, no obstante, es de resaltar que existen otras barreras que son más difíciles de superar: “Las sociales”. Las barreras sociales afectan en muchos ámbitos de la vida: familiar, socioeconómica, cultural, educación, y por ende, urge la necesidad de educar en la promoción de actitudes positivas hacia las personas con discapacidad.
El problema de la discapacidad no radica en la limitación, sino en las actitudes de la sociedad. No obstante, y a pesar de los esfuerzos gubernamentales y de ong´s persisten falencias al momento de diseñar y ejecutar las políticas públicas a favor de dicha población. Por tal situación, y teniendo en cuenta información de la Organización Mundial de la Salud – OMS, se conoce que más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad; de ellas, casi 200 millones experimentan dificultades considerables en su funcionamiento. El tema de la discapacidad cualquiera que esta sea debe ser algo inherente dentro de una sociedad, nadie está exento de una situación similar. La invitación al lector, es que desde cualquiera que sea su ámbito se debe trabajar en pro de la inclusión, la aceptación y no estigmatización o rechazo en contra de la población que presente una condición de cuidado especial sin mirar la diferencia