PASADO Y PRESENTE DE LA CONCEPCION DE DISCAPACIDAD.

La discapacidad como muchas de las cosas que se viven ha diario se ha convertido en  un factor determinante a la hora de presupuestar, planear y ejecutar las acciones sociales.

La tecnología, la lucha de los poderes y la ambición por innovar han llevado al mundo a caer en vicios que poco a poco deterioran la calidad de vida. La violencia es una de ellas teniendo como consecuencia personas con secuelas, a las cuales les cuesta trabajo reintegrarse a la vida cotidiana. No solo son estos los causales de discapacidad. Muchas de las afecciones genéticas, condiciones médicas accidentales, e incluso momentos no determinados llevan a que una persona presente deficiencias en relación al promedio, por lo cual son desplazados y desmotivados para seguir luchando por vivir en este mundo sin precedentes que no tiene nada que ignorar. Todo lo ha ignorado. Esta visión enmarca al concepto de discapacidad en un modelo médico o esencialista, donde su génesis se encuentra en el individuo y el cual ha marcado la historia de la humanidad.

Basta con remontarnos al siglo XVII donde se pensaba que la deficiencia estaba preformada en el momento de la concepción o era resultado de alguna fuerza divina. La discapacidad era considerada estática, se aceptaba con resignación y rechazo en algunos casos y con mitificación y respeto en otros. La segregación, persecución, y eugenesia permanente, o el reverenciamiento y divinificación según las culturas son características de este período. La sociedad se protegía de, o veneraba estas personas; los tratamientos eran nulos.

Ya en el siglo XVIII, y finales del XIX, se instauró el modelo médico, donde se empezó a considerar que la discapacidad era  de origen Biomédico. Se inician los tratamientos, los cuales se orientaban a capacitar y apoyar al médico para tratar al discapacitado. La prevención o el  tratamiento, se realizan a través de una intervención exclusivamente de carácter médico. Quienes no podían ser curados eran internados en instituciones especiales. La biografía es una historia clínica, el proyecto de vida es un tratamiento.

Es así como nacen las instituciones para cuidar a las personas discapacitadas, las cuales estaban al mando de los grupos religiosos. En estos sitios de agrupación no se poseía con las concepciones de la higiene, la distribución de los pacientes, la clasificación por grupos etéreos o por enfermedad, lo que hacía que no se individualizara la atención o el posible tratamiento.

Ya a finales del siglo XIX y gran parte del siglo XX, se viene  un cambio en la mentalidad, donde la persona discapacitada se empieza a ver como  sujeto de  derecho, esto a raíz de la proclamación de los derechos humanos con la instauración de la asamblea de la ONU; sin embargo la atención sigue siendo caritativa y de beneficencia, continuando con la segregación permanente o transitoria.

Las formas de tratamiento se expanden hasta incluir tanto el mejoramiento de la discapacidad como el desarrollo de alternativas para permitir a las personas desarrollar su propio potencial. Surgen la rehabilitación médica y la terapéutica como disciplinas para atender a las personas discapacitadas. En el campo educativo aparece la educación especial, que rescata el valor y potencial educable de la persona.

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) es la primera entidad que se preocupa por un aspecto no médico de la discapacidad y en 1955 formula la Recomendación 99, donde invita a los países a ofrecer capacitación y empleo a las personas con discapacidad, basada en el derecho que tienen como adultos a participar en el mercado laboral. Esta Recomendación dará inicio a la rehabilitación profesional.

De esta manera se impulsa el enfoque interdisciplinario de la discapacidad, y una lucha importante hacia la desinstitucionalización y el fortalecimiento de la rehabilitación integral.

En 1970 Phillips Wood, establece el marco referencial terminológico que será adoptado  en 1980 por la organización mundial de la salud, es esta la clasificación internacional de deficiencias  discapacidades y minusvalías, la cual en el 2001 se convertiría en la Clasificación Internacional del Funcionamiento y la Discapacidad (CIF), la cual es la base del modelo biopsicosocial.

Todos estos eventos históricos   hacen ver la aberración y la desviación en que estaba sumergida la sociedad, donde nos mostraba a la persona discapacitada como un individuo aislado, rechazado y marginado del entorno social, para pasar a una nueva concepción, basada en los ideales, la defensa de la justicia y sobretodo el predominio del derecho, base de este grupo que intenta vivir mantenido en un entorno de fuerzas pujantes hacia diferentes polos.

En la actualidad se ha evolucionado a un modelo interaccionalista; esta nueva visión consiste en eliminar la barreras sociales, políticas, económicas, y la adopción de políticas que promuevan la igualdad en el ejercicio de los derechos. De igual forma coexisten otros modelos de discapacidad donde miran la génesis de ésta en la sociedad o el ambiente en el que se desempeña la persona.

Así por ejemplo el modelo Construccionista Social más que atribuir la discapacidad a una condición inherente al individuo,  la reconoce como una etiqueta que unas personas aplican a otras cuyo efecto es la marginación social. Se destaca que los factores ambientales y actitudinales son al menos tan importantes como la insuficiencia en la valoración de la discapacidad.

El Modelo Materialista atribuye que la opresión de las personas discapacitadas no se puede reducir simplemente a problemas del individuo, de las actitudes de los demás sino que está enraizada en las estructuras económicas. Aquí a la economía se le atribuye un papel significativo con la producción de discapacidad y en la manera como la sociedad responde y se relaciona con ellas. Quienes asumen esta postura reconocen por un lado que la experiencia de la discapacidad, en todos los casos se genera y está medializada por unas condiciones sociales y económicas dadas, y por otro lado que las insuficiencias suelen tener unas causas físicas y no son simplemente constructos sociales.

El enfoque posmodernista destaca el papel de la cultura en la experiencia de la discapacidad en el plano personal. Así la discapacidad no es un asunto exclusivamente producto de la discriminación material sino que ella también se produce por el prejuicio y preconceptos dados por la representación social de un colectivo. Por ejemplo para la antropóloga Mary Douglas las sociedades primitivas en respuesta a los temores por lo desconocido profundamente enraizados reaccionan ante las anomalías con una reducción de la ambigüedad, con un control físico sobre ella, etiquetándola como peligros o adoptándola como ritual. De este modo son una amenaza al orden.

El Movimiento de la Discapacidad se interesa por conocer el compromiso de la acción política por el cambio. Por esto no busca elaborar teorías absolutas sino desarrollar unos principios rectores que informen la acción en favor del cambio. Favorece la participación activa e integrada por parte de las personas con discapacidad tanto en investigaciones que se hacen de su condición como a nivel de regulaciones normativas que dan formas a las políticas sociales a favor de su bienestar.

El Modelo Social no niega la existencia de limitaciones funcionales pero coloca la causa de la discapacidad en el fracaso de la sociedad para ofrecer servicios apropiados y asegurar que las necesidades de éstas personas sean tenidas en cuenta dentro de la organización social, así la discapacidad son todas las cosas que imponen restricciones a las personas con algún tipo de limitación, es decir, se localiza en las características estructurales y fuerzas de la sociedad, su génesis está en el ámbito externo. El problema es visto como una dinámica social donde la solución es la acción social del colectivo.

Finalmente para Marianne Hedlund, la discapacidad es un fenómeno flexible y heterogéneo que no puede ser ni rígido ni estático. El debate en curso de cual debería ser la concepción adecuada de discapacidad no está solucionado, lo único cierto es que no hay un solo concepto que ejemplifique y contenga todo el espectro de investigación en cuanto a la definición de discapacidad.